miércoles, 28 de noviembre de 2012

La morosidad fulmina a uno de cada cuatro autónomos

Los pagos pendientes de las administraciones
son el verdadero caballo de batalla.
Pese a que el plan de proveedores impulsado por el Gobierno se presentó como la gran medida para ayudar a pequeñas y medianas empresas, lo cierto es que, pasados unos meses, la morosidad de las administraciones públicas sigue siendo el principal quebradero de cabeza para los empresarios. Según los datos facilitados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Andalucía, uno de cada cuatro empleados por cuenta propia se ve abocado a cerrar precisamente por los pagos pendientes de las administraciones.
El principal motivo por el que los negocios pueden mantener la actividad es porque cuenten con liquidez a través del incremento del consumo, de los créditos financieros o del cobro de deudas. Con el paro creciendo y los bancos todavía con el grifo cerrado, la situación de las empresas es muy delicada y, además, se ve agravada por la morosidad.
El vicepresidente de ATA-A, Rafael Amor, destacó que "cuando el empresario cierra, lo hace con una deuda que asume con sus bienes o patrimonio familiar", lo que calificó de vergonzoso. A su parecer, las entidades bancarias tampoco ayudan, por lo que según los datos que baraja ATA "el 67% de los autónomos no acude a las entidades financieras a solicitar un crédito porque saben que no se lo van a dar", explicó.
El presidente del colectivo alertó de la situación de "indefensión" en que se encuentran los autónomos ya que "parece que el plan de pago a proveedores ya se ha olvidado" y los empresarios han vuelto a su situación originaria de dificultades. Algo más de 3.000 autónomos se beneficiaron de la primera edición de este plan y la mayoría pensaba que iba a conseguir acabar con la morosidad. Sin embargo, la deuda ha vuelto a crecer y, además, también la demora en los cobros todavía sigue siendo muy elevada pues, según los datos de ATA, el 77% de los autónomos tarda más de 180 días en cobrar sus facturas, mientras que un 11,8% tarda entre 60 y 90 días.
El vicepresidente de ATA hizo también énfasis en otro problema que afecta al colectivo y es el daño producido por la "competencia desleal y el empleo sumergido". En este sentido dijo que los autónomos están cansados de comprobar cómo "la gente cuelga carteles en farolas y paradas de autobús ofertando sus servicios sin darse de alta y provocando una alta competencia", con unos precios con los que "no podemos competir", destacó.

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