El desempleo no incentiva los traslados de municipio por causas laborales

Entre los españoles se comprueba poca predisposición a cambiar de residencia para encontrar empleo, un defecto que poco ayuda a combatir el desempleo. Sólo el 2,3 por ciento de quienes tenían trabajo un empleo en el primer trimestre de 2013 y el cuatro por ciento de los que estaban parados, cambiaron de municipio de residencia hacía menos de un año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) que recientemente evidenció en un estudio el grado de movilidad de los trabajadores en España. Además de baja, esta comparativa se desploma más si se compara con años atrás. En 2010, por ejemplo, fueron un 3,2 por ciento los que se mudaron con empleo y un 5,7 por ciento los que hicieron lo propio sin empleo.
El estudio confirma lo que ya se sospechaba, la baja cultura de movilidad que existe en España, ya que uno de cada tres ocupados nunca ha cambiado su municipio de residencia desde su nacimiento. Y este porcentaje es sólo ligeramente inferior entre los parados. Un 31,2 por ciento sigue residiendo en la actualidad en la misma localidad donde nacieron.
Asimismo, a la luz de los datos, la crisis económica tampoco ha servido para incentivar la movilidad. De hecho, el 88,1 por ciento de los que tienen un empleo lleva residiendo en el mismo municipio durante los últimos cinco años o más, porcentaje muy similar entre los parados (85,7 por ciento). También es cierto, según el INE, que los bajos niveles salariales (de media unos 15.500 euros brutos anuales, unos 1.000 euros netos al mes) y el régimen de viviendas (el 79,2 por ciento vive en propiedad frente al 14,5 por ciento que lo hace en alquiler) "no propician tomar decisiones laborales que impliquen un cambio de municipio".
La movilidad es algo mayor entre los parados jóvenes, el 5,4 por ciento de los que tienen entre 16 y 34 años ha cambiado de municipio en el último año, en comparación con el 2,1 por ciento que se han trasladado mayores de 55 años. Lógicamente, los asalariados con contratos temporales son más susceptibles de cambiar de residencia que aquellos con contratos indefinido. Por lo tanto, la antigüedad es otro de los factores que determina mayor o menor movilidad geográfica por motivos laborales.