miércoles, 10 de agosto de 2011

Cómo combatir la morosidad, principal causa de cese empresarial

El impago y la morosidad está siendo el motivo principal de clausura de los negocios de los autónomos, a causa del deterioro de la liquidez y la tesorería que provocan.
Según la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad, que trabaja para que se implanten unos plazos de pago "a la europea", en 2010 el periodo medio de pago se redujo en el sector privado de 101 a 93 días, mientras que en las Administraciones aumentó de 154 a 157 días. Además, la tasa de morosidad aumentó al 5,1 por ciento cuando la media europea se sitúa en el 2,6 por ciento. Siendo la construcción y la industria los sectores que detectan los plazos de pago más largos.
Conviene conocer los intríngulis de la Ley 15/2010 de medida de lucha contra la morosidad, la cual establece hasta 2013 el plazo máximo de pagos a 60 días en la empresa privada y a 30 en las administraciones públicas. Para ello, concede un plazo de adaptación de dos años. Asimismo, este reglamento también contempla la posibilidad de reclamar intereses e indemnizaciones por la demora de los pagos aunque con ello, ojo, viene implícito un retraso todavía mayor del cobro. Por esta razón, son más útiles las medidas de prevención encaradas a prevenir la morosidad que no tanto, las de plantarle cara.
De entre los recursos paliativos destacan los informes de riesgo y solvencia que pueden expedir incluso on line, empresas como e-Informa o Axesor por unos 20-50 euros y asegurar que el cliente no esté adscrito en registros de morosos como RAI o ASNEF. Con respecto a las Administraciones, lo mejor es indagar qué periodo de pago barajan.
El cobro por anticipado de una parte de la factura antes de comenzar el servicio favorece el control de la partida de los costes y más si se tratan de trabajos con presupuestos elevados. Es conveniente que en los presupuestos ya se estipulen las condiciones de pago, como por ejemplo un 30 por ciento tras la aceptación del mismo, otro 30 por ciento a la mitad del encargo y el 40 por ciento restante a la finalización del servicio. Por ejemplo, muchos autónomos del sector de la construcción exigen a sus clientes el pago de los costes de materiales por anticipado. Estas cuestiones son negociables en la Administración, si se tiene constancia que para abonar un encargo acuden a una fuente de financiación externa que ya les ha aprobado el mismo.
Desde la perspectiva de la dinámica contable del negocio, lo más efectivo es emitir la facturas rápidamente y realizar un seguimiento de los plazos de cobro, mejor, si se puede con el apoyo de una empresa especializada. Y máxime cuando la cantidad adeudada es muy elevada. Estas empresas no son baratas pero en un porcentaje muy elevado ayudan a minimizar las pérdidas.
Otra posibilidad la ofrecen los seguros de crédito, en donde el riesgo se comparte, se incluye una indemnización al asegurado, y se cuenta con una amplian amalgama de recursos de recobro y recuperación del crédito.

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