jueves, 10 de noviembre de 2011

El ICF proyecta duplicar las ayudas para autónomos y pymes hasta los cinco millones de euros en 2012

Josep Ramon Sanromà, consejero delegado del ICF; Joaquim Gay de Montellà, president de Foment del Treball, y Eusebi Cima, presidente de la patronal Fepime.
El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) quiere duplicar el volumen de ayudas de financiación para pymes y autónomos y poner en circulación hasta cinco millones de euros hasta el 2012. La entidad ha cerrado hasta este mes de septiembre 1.783 operaciones financieras por un valor de 298 millones de euros. El dato, de momento, sólo supone el 13 por ciento de los 2.250 millones de nuevas ayudas en crédito y avales que el Gobierno ha puesto a disposición este 2011 de los emprendedores y pequeños empresarios que quieran o necesiten financiación circulante, capitalizarse, hacer nuevas inversiones o estén pensando en internacionalizarse. Para conseguir este objetivo, la entidad ha firmado un convenio con Fomento del Trabajo para que actúe como promotora financiera del ICF.
La patronal favorecerá que sus organizaciones territoriales y sectoriales afiliadas actúen de interlocutores entre el ICF y las pymes y autónomos, y puedan ofrecer a éstos el asesoramiento y acompañamiento en la investigación del producto financiero más adecuado a sus necesidades. Una tarea que realizan también otras asociaciones empresariales, cámaras de comercio o asesores financieros privados. A la vez, Fomento también podrá canalizar a la entidad nuevas propuestas de financiación. El objetivo del nuevo paquete de ayudas que ofrece el ICF en colaboración con las entidades bancarias tiene como objetivo "dinamizar" el acceso al crédito de las pequeñas y medianas empresas que son las "que tienen que tirar del carro de la recuperación económica", explica Josep Ramon Sanromà, consejero delegado del ICF. En este sentido, explica que la ayuda se focaliza en este segmento porque es "el que más limitaciones tiene" a la hora de encontrar financiación. "Vemos cada día muchos proyectos muy interesantes que han pasado por el filtro de los bancos sin éxito y que ahora con las líneas de la ICF salen adelante" y concluye que "hay proyectos, empresarios y ganas de salir adelante".
Sanromà ha destacado que desde que se lanzaron las nuevas líneas de ayuda ya se han cerrado 1.783 operaciones por un valor global de 298 millones de euros, cifra que supone una media de 167,1 millones de euros de ayuda para pyme o autónomo. En este sentido, ha destacado que la entidad registra un aumento en el segmento de las pequeñas y medianas empresas y que, por lo tanto, es a éstas, a quienes hay que darles el máximo número de facilidades de financiación y no tanto a las grandes empresas.

13 por ciento del total
El dato supone de momento sólo el 13 por ciento del total de 2.250 millones de euros en avales y créditos que el ICF ha puesto en circulación desde el verano para pymes y autónomos. Esta financiación acaba de comenzar a publicitarse y difundirse entre la red empresarial. Con todo, el ICF espera "colocar" todas las ayudas y que los más de 2.000 millones de euros se conviertan, en combinación con los bancos y las cajas, en 4.000 o 5.000 millones de euros y repetir las mismas cifras de cara al año próximo.
Lo cierto es que, de momento, la mayoría de las ayudas solicitadas por las pequeñas y medianas empresas se han relacionado con líneas directas de crédito, es decir, aquellas que no suponían tener que pasar por ninguna entidad bancaria. Para en la mayoría de los casos conseguir financiación circulante, es decir, aquel que permite cubrir los gastos a corto plazo que genera la propia dinámica del día a día de la empresa, como por ejemplo el pago de las mercancías, materias primas, suministros o salarios.
En este sentido, destaca Eusebi Cima, presidente de la patronal Fepime, que la financiación que necesita la pequeña y mediana empresa se tendrá que hacer de forma "ordenada". Es evidente, añade, que la primera financiación que requiere el sector sea el circulante y el directo, para seguir después buscando financiación para nuevas inversiones y para iniciar procesos de internacionalización, explica.
Cima destaca que el gran problema que hoy en día tiene la pequeña y mediana empresa no es la cantidad de crédito disponible de las entidades financieras sino "el crédito que se está retirando a las pymes", cosa que precisamente "puede frenar" estas líneas de ayuda al ICF.
Por su parte, el presidente de Fomento, Joquim Gay de Montellà, destaca que "hay que consumir estos recursos porque si se consumen el Gobierno buscará nuevos". "Si no somos capaces como intermediarios de animar a los empresarios, estaremos en deuda con el ICF", añade.

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