En Europa es el 7,9% del PIB, en España el 5,5. |
Los ingresos fiscales de España llegaron a un máximo del 37,1% del PIB en 2007, coincidiendo con la burbuja inmobiliaria, pero con el inicio de la crisis se desplomaron hasta el 30,7% en 2009. Los últimos años se ha ido recuperando hasta llegar al 32,5% el 2012, pero todavía está muy lejos de la media de la zona euro (40,4%) y del conjunto de la UE (39,4%). De hecho, según la Oficina de Estadística Comunitaria, la presión fiscal es distinta entre los estados miembros. En Lituania, Bulgaria o Letonia no llega al 28% de su PIB, pero en Francia, Bélgica o Dinamarca supera el 45%.
Los impuestos sobre el trabajo son los que recaudan más dinero en los 24 estados miembros. De hecho, los tributos que pagan los asalariados suponen más de la mitad de la recaudación a 13 países. Entre ellos España, donde representan el 53% del total. Los impuestos sobre el consumo, que son los más bajos de toda la UE, representan el 26,5% de la recaudación total de los tributos del Estado, y los impuestos sobre el capital, el 22,9%.
La Comisión Europea ha recomendado varias veces a España que suba algunos impuestos, como por ejemplo el IVA, para cumplir con los objetivos de reducción del déficit. Una propuesta que rechaza el ejecutivo español, que las próximas semanas presentará una reforma fiscal que previsiblemente incluirá rebajas de impuestos como el de sociedades o el IPRF.
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