Hoy se cumple el plazo de 20 años fijado por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1994 para la desaparición de parte de los contratos comerciales de renta antigua. Así se denominan aquellos alquileres firmados antes del 9 de mayo de 1985. Son unos 75.000 en toda España. A partir del 1 de enero, el destino de los mismos quedará a voluntad de la cantidad que quieran solicitarles los arrendadores.
Se verán afectados comercios minoristas, bares, talleres de reparación, hostales,...etc., esto podría tener un grave efecto sobre los autónomos y los empleados que pasarían a estar en situación de desempleo. Según La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) alrededor de 40.000 autónomos estarán implicados por el cierre de establecimientos comerciales. La mayoría de los precios de alquileres se han ido actualizando con el IPC o renegociando según pasaban los años, sin embargo las cantidades pueden estar muy alejadas de los precios actuales del mercado de alquiler. Por ejemplo un local de renta antigua en la Gran Vía de Madrid, puede pagar unos 10.000 euros al mes de alquiler, mientras el mismo alquiler del local a precio de mercado podría estar tasado en 35.000 euros mensuales.
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