jueves, 7 de julio de 2016

INTERNACIONALIZAR UNA PYME, ¿PREPARADO?

La internacionalización de una pyme es una gran decisión para cualquier empresario y que se debe planificar de una forma adecuada antes de dar el paso. El atractivo de nuevos mercados emergentes, la búsqueda de nuevas línea de crecimiento, la posible facilidad para vender al exterior o el estancamiento de las ventas nacionales son alguna de las razones que impulsan a las pymes a salir de la zona de confort. 


Desde Gedeth Network han detallado una serie de claves básicas para planificar con éxito la internacionalización de un negocio:


A. No tener miedo a dar el salto fuera

La incertidumbre del “qué pasará” crea este miedo que frena a los empresarios a poner un pie en el extranjero. Para calmar estas dudas, es importante diseñar y planificar un adecuado plan de internacionalización que permita conocer el punto de partida de la compañía, sus fortalezas y debilidades.


B. Conocer y analizar el país de destino

Es importante dedicar tiempo a conocer todos los aspectos legales, laborales, económicos y burocráticos del país al que quieres incidir. A partir de ellos se puede descubrir si el producto o servicio susceptible de comercialización tendría éxito o requeriría una modificación.


C. Establecer los recursos adecuados para desarrollar el proceso de internacionalización

Estos incluyen no solo dinero, sino cobros, objetivos realistas de ventas o planificación exterior. Tampoco hay que olvidar que cada país tiene sus propias costumbres, cultura y lengua. Por lo tanto, hay que encontrar las diferencias que se dan entre los diferentes mercados y decidir qué acciones tomar: actuar y modificar, actuar y seguir igual o no entrar en el mercado de ese país.


D. Ser original 

En cualquier sector, ser original te hace ganar puntos. Por ello, lo mejor es tratar de incluir un valor diferencial en el producto/servicio y potenciar sus bondades a comercializar. A su vez, resulta determinante buscar ayudas y sinergias que faciliten la externacionalización, por lo que nunca está de más ponerse en contacto con asociaciones o consultores de negocio.


E. Controlar y analizar el proceso de internacionalización

Para ello, nada mejor que contar con altas dosis de paciencia, prudencia y analizar las mejoras y debilidades experimentadas por el proyecto.



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