Los negocios familiares son toda una bomba de relojería partiendo de la base de que montar un negocio no es tarea fácil, cuando entran en juego las relaciones socioafectivas y sensibilidades personales puede complicarse el asunto. De hecho, según datos, la falta de consenso y de capacidad para crear equipo provocan el 62% de las “muertes” de los negocios familiares.
Para formar parte del otro tanto por ciento y triunfar como empresa familiar, estos son los puntos que deben ser como nuestros mandamientos:
NO ABUSAR DEL NEPOTISMO
En otras palabras: asignar puestos a dedo. Por un lado, está bien porque conocemos las habilidades de nuestros familiares y además, ellos se suelen implicar más en la empresa y, si son competentes, el espíritu de equipo de la empresa familiar se fortalece.
El problema es que esta práctica tiende a crear resentimientos entre los empleados, sobre todo cuando los elegidos no están capacitados para el puesto. Es importante saber qué necesidades tiene la empresa, qué competencias se necesitan en cada puesto de trabajo y sobre todo, si existe ese familiar lo suficientemente capacitado para cubrir estas necesidades. Si por el contrario, no existe este familiar para el puesto, se debe recurrir a la presencia de un profesional externo.
Además, tiene que haber una limitación de familiares trabajando en la empresa, porque provoca la salida de los supuestos profesionales externos por la falta de promoción interna (ascensos).
TRABAJA EL LIDERAZGO
Los trabajadores deben implicarse tanto como el emprendedor y precisamente, el emprendedor/director tiene que encargarse de fomentar este espíritu de equipo y de esfuerzo. Así como, por desgracia, tiene que tomar decisiones que pueden afectar a la familia como puede ser un despido de un familiar.
FOMENTA LA COMUNICACIÓN
El “porque yo lo digo” que suena en todas las casas desde que somos pequeños puede generar conflictos con los trabajadores y sobre todo, con los familiares. El emprendedor debe comunicar de forma adecuada los cambios y los sucesos de la empresa a sus trabajadores. Así se podrán evitar malos entendidos y fomentar un ambiente armónico entre los diferentes rangos de poder de al empresa.
EVITA MEZCLAR LOS CONFLICTOS PERSONALES EN LA EMPRESA
Como ya se sabe, nunca se debe mezclar lo personal con lo personal, pero resulta especialmente difícil cuando se trata de una empresa familiar y sobre todo, cuando surge un conflicto entre dos familiares con el mismo nivel de poder. La dirección empresarial compartida suele producir muchos problemas, por lo que es importante establecer reglas, funciones y límites para evitar situaciones negativas para la empresa.
POTENCIA LA VISIÓN ESTRATÉGICA
Otro tópico de las empresas familiares es el “aquí siempre se ha hecho así”, sobre todo en empresas familiares donde los directores tienen más de 50 años. La tradición se impone ante la innovación, que es uno de los pilares esenciales en los tiempos que corren. El sentimiento de que “la empresa es mía” impide diseñar cambios estratégicos consensuados por todos.
La mejor práctica son las reuniones entre los integrantes de la empresa para comentar y decidir el futuro de la empresa. Como se ha comentado anteriormente, la comunicación entre todos los trabajadores beneficia a la empresa tanto en relaciones como en números a final de mes.
PREPARA BIEN A TU SUCESOR Y DEL CRECIMIENTO DEL NEGOCIO
A medida que el negocio crece, hay que definir bien las funciones de cada familiar para evitar conflictos en los casos en que no haya consenso. El empresario debe prepararse para manejar la complejidad de un negocio que crece y también, preparar adecuadamente a quien vaya a tomar las riendas cuando él mismo ya no esté capacitado.
Podemos resumir los puntos en: liderazgo, comunicación interna y mente abierta. Estos son los tres puntos esenciales para que un negocio familiar se mantenga estable, pero sin olvidar que hay más factores externos a la empresa que influyen y que debemos tener en cuenta en nuestras acciones.
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