100.000 autónomos trabajan en negro como método de supervivencia

43.000 autónomos menos afiliados a la Seguridad Social.

La Encuesta de Población Activa (EPA) y los datos de afiliación de la Seguridad Social ponen de manifiesto que  durante el pasado año 2012 unos 100.000 autónomos decidieron no declarar sus ingresos y trabajar en negro, según argumentan fuentes de colectivo como único método de supervivenecia ante la caída de ingresos y la fuerte presión fiscal y la falta de crédito.
Aunque durante los últimos días se ha querido destacar en ese periodo el incremento de 53.300 trabajadores por cuenta propia, contrasta sobremanera las cifras que arrojan los datos de afiliciación de la Seguridad Social, en donde puede comprobarse un alarmante descenso de unos 43.000 autónomos. Por consiguiente, se produce un desfase a lo largo de ese ejercicio de unas 100.000 personas que optaron por trabajar de manera irregular. 
Desde UPTA, el secretario general Sebastián Reyna ha manifestado al respecto que "preocupa el hecho de que ese diferencial esté ocultando el resurgimiento de la economía sumergida y comportamientos que se deberían vigilar. El Gobierno se acoge al dato mejor de la EPA en los trabajadores por cuenta propia, pero los de afiliación a la Seguridad Social tienen efectos muy perniciosos en materia de ingresos y regularización”, alerta.
En numerosas ocasiones, este 'ocultamiento' ni siquiera resulta ilegal, pues una sentencia establece que un trabajador por cuenta propia que cobra por debajo del salario mínimo no tiene por qué cotizar a la Seguridad Social.
Cualquier mejora de la actividad siempre va precedida de una elevación del autoempleo. Pero el hecho de que éste crezca ahora en la economía sumergida plantea que no se están eliminando rigideces y costes que impiden su afloramiento, detallan desde este colectivo. Por todo ello, el Gobierno prepara un plan con el fin de reforzar el emprendimiento.
Muchos especialistas indican que el trasvase hacia el trabajo en negro también se produce para rebajar costes, mantener la competitividad y sobrevivir ante la brutal caída de la demanda y el crédito.