Adiós IPC, bienvenido IGC

El Índice de Garantía de la Competitividad, nuevo referente para los precios.

A partir del próximo ejercicio 2014, entrará en funcionamiento el Índice de Garantía de la Competitividad (IGC) y el conocido IPC dejará de ser referencia para actualizar los precios que dependan de la Administración Pública y de las empresas dependientes del Estado.
El IGC será la nueva fórmula referencial y se aplicará en los contratos entre privados que voluntariamente lo decidan y aquellos que habiendo pactado una cláusula de indexación no hubiesen definido una concreta.
El objetivo es recuperar la competitividad perdida desde la entrada de España en la Unión Ecónómica y Monetaria. El IGC será publicado mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y servirá para actualizar algunos precios. Tendrá en cuenta la inflación armonizada, que será corregida con un sustrayendo de la pérdida de competitividad acumulada desde la entrada en el euro.
Con anterioridad, la costumbre de actualizar los precios anualmente con el IPC reflejaba una cesta de la compra con determinados productos que no guardaban relación con muchos bienes que eran gravados con este índice. Si por ejemplo subía el precio de algunos artículos de consumo, éstos afectaba al IPC y de manera indirecta se encarecía el transporte. Todo parece indicar que con la indexación de la economía esto se corregirá.
El IGC contará con un tope del dos por ciento y un mínimo del 0 por ciento. Esta nueva norma no afectará a las pensiones, impuestos, instrumentos financieros ni a la negociación de los salarios públicos, pero sí a transportes, telecomunicaciones, energía, servicios postales, agua, tasas, sanciones y los precios de los contratos públicos.
Los gastos en bienes y servicios regulados que afectan a los hogares suponen el siete por ciento del total, unos 36.000 millones de euros anuales, el 3,6 por ciento del PIB. Y realizan un cálculo por el cual, si la inflación alcanzará en un año el dos por ciento, el ahorro para las familias de desindexar la economía sería de unos 700 millones de euros. Ya para 2014, el ahorro podría ser de 350 millones, ya que la inflación acabará este año cerca del uno por ciento.