miércoles, 19 de junio de 2013

El crédito fluirá en dos años, cuando se equipare al PIB

El stock crediticio ha de reducirse a los 380.000 millones.
El proceso de normalización de concesión de crédito a empresas y familias no se reestablecerá hasta que se consoliden resultados homologables a las exigencias europeas en relación al peso del crédito con el PIB, y esto tardará un mínimo de dos años, según Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y uno de los autores del primer informe que ha elaborado el reciente estrenado Club de Prospectiva del Colegio de Economistas. El informe afirma que el regreso a volúmenes de créditos equivalentes a la media de los países de la zona euro obliga a una reducción del stock del crédito en torno a los 380.000 millones de euros, cosa que precisa un plazo mínimo de dos años, según Oliver.

El Club de Prospectiva del Colegio de Economistas ha elaborado un primer informe titulado: El crédito y sus perspectivas. El endeudamiento y recuperación económica, coordinado por Josep Oliver y Antoni Castells y dónde han participado Ferran Sicart, Francesc Raventós y Joan B. Casas, decano del Colegio de Economistas.

En el informe se resalta que el crecimiento del crédito durante el ciclo de la burbuja inmobiliaria supuso que entre 1995 y 2008 la tasa anual sostenida en estos 13 años quedara fijada en una media del 15,4%, con crecimientos inferiores entre 1995 y 2000 del 14%, pero con porcentajes del 16% a partir del 2000 y algunos máximos que llegaron por encima del 25% en los últimos ejercicios de este periodo.

Los crecimientos en la época del auge inmobiliario supusieron que de 995 se pasara de un volumen de créditos concedidos a empresas y familias de 290.000 millones, a un capital de créditos por valor de 1,8 billones de euros en 2010, un fuerte incremento de 1,5 billones de euros en 15 años, a un ritmo de 100.000 millones más al año.

A pesar del espectacular desarrollo del crédito, este ritmo no se acompañó con un crecimiento proporcional de la economía. Así, en este periodo, el crecimiento del PIB pasó de los 447.000 millones que estaba en 1995 al billón de euros de 2008. La comparación del crecimiento del PIB y del crédito indica que el endeudamiento de familias y empresas superó en 2,5 veces el crecimiento de la economía.

Este crecimiento del crédito en el Estado español desequilibró la relación de la economía española con la Unión Europea. En 2007, el crédito en el Estado español suponía el 169% del PIB, mientras que la media de los países de la eurozona era del 113% del PIB. En 2010 la economía española logró el máximo histórico de este desequilibrio con un peso del crédito del 167,1% en relación con el PIB, borde de 60 puntos porcentuales del área de la zona euro que ahora es el que se tiene que corregir, según las conclusiones de este primer estudio elaborado por el Club de Prospectiva.

Mientras que no se equilibre este endeudamiento de familias y empresas no se podrá normalizar la circulación del crédito que depende de la confianza de los mercados internacionales y de la credibilidad de que la economía española es capaz de pagar sus deudas, según los miembros del Club de Prospectiva del Colegio de Economistas.
Este club, de nueva creación, y que este martes ha sido presentado en público, está coordinado por Francesc Raventós, ex decano del Colegio y cuenta con la participación del actual decano Joan B. Casas, el ex consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, Josep Oliver, Ferran Sicart, Francesc Santacana, Xavier Ferrer, Francesc Granell, Jordi Vado, Salvador Guillermo, Pere Lleonart, Xavier Segura, Joan Tugores y Xavier Vives.

Ferran Sicart, uno de los autores del informe ha criticado la estructura tradicional de la financiación de las empresas españolas excesivamente vinculada a la financiación bancaria en vez de buscar otras vías más consolidadas como en el resto de países de la Unión Europea cómo sería los mercados bursátiles y el capital riesgo.

Oliver ha recordado que a pesar de que la crisis financiera y económica empezó el 2008 en el Estado español, la reducción del crédito no empezó hasta bien entrar el 2010. En estos dos últimos ejercicios, Oliver ha reconocido un esfuerzo de reducción del endeudamiento por parte de empresas y familias.

La reducción del crédito en los últimos años refleja dos procesos diferentes: de un lado, el derivado de la destrucción de tejido empresarial o de la cancelación de créditos fallidos que han se han reducido en los balances bancarios; y de otro lad, el crecimiento del ahorro de las familias y empresas.

El catedrático de la UAB ha dicho que el incremento del ahorro ha estado relacionado con las empresas, que ha permitido que este sector haya pasado de unas necesidades de recursos financieros con un valor equivalente al 11,5% del PIB a finales del 2007, a generar unos excedentes financieros equivalentes al 10,5% del PIB a finales del 2012, parte de los cuales se han dirigido a reducir el endeudamiento.

De este modo, las necesidades de desapalancamiento se han reducido ''notablemente'' por parte del sector privado. En cifras, la deuda exigible del sector privado español ha caído del 227% del PIB a finales del 2010, al 212% del PIB el 2012. A pesar de este esfuerzo, el recorrido exigible por parte de los inversores internacionales y por parte de la UE obliga a recular hasta la media de la zona euro que está situado en el 160%, cosa que supone la necesidad de reducir unos 380.000 millones del volumen de crédito privado para llegar a la normalidad creditícia.

Aún así, los autores del informe han dicho que esta reducción del endeudamiento era una ''condición necesaria pero no suficiente'' para fluir de nuevo el crédito. La normalización hacía falta, aseguran, la economía española tendría que verse favorecida por la reducción de las exigencias de la UE en relación con el objetivo del déficit y la puesta en marcha de la unión bancaria a partir del 1 de enero del 2014.

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