La situación económica generada desde el inicio de la crisis está provocando que muchos ciudadanos opten por retirarse del mercado de trabajo y pasar a cobrar una pensión de jubilación. Según las estadísticas del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, desde el año 2007 se ha incrementado un 71% el número de trabajadores que se dan de alta como pensionistas jubilados.
Hace 6 años se registraban de media 12.396 altas mensuales de nuevos jubilados en la Seguridad Social. Esta cifra no ha dejado de aumentar anualmente y en 2013 asciende a 21.256 personas al mes de media en los 8 primeros meses del año. En todo el año 2007 se jubilaron 148.760 trabajadores, mientras que hasta agosto de 2013 ya se han jubilado 127.540.
Una de las principales causas se encuentra en el aumento del número de expedientes de regulación de empleo (ERE) en los que se incluyen planes para retirar trabajadores de forma anticipada. Todos los sectores productivos, especialmente industria y servicios, se han visto afectados por procesos colectivos de reducción de plantilla, los cuales han afectado, hasta el 31 de junio de este año, a 199.569 trabajadores (con un aumento del 2,1% respecto a 2012).
Todo este incremento ha hecho que en abril el Gobierno endureciera las condiciones para acceder a la jubilación anticipada. Así, la edad mínima para acceder a este derecho se eleva de 61 a 63 años, y se han de acreditar al menos 35 años cotizados, todo ello con una mayor reducción porcentual de la pensión resultante que la que se aplicada en normas anteriores.
El complicado entorno laboral también ha disparado la solicitud de nuevas jubilaciones entre los trabajadores o autónomos de más edad, que prefieren obtener una pensión más baja dada la imposibilidad de competir con la falta de demanda en el sector al que se dedicaban tradicionalmente.
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