“No puedo cambiar la dirección del viento, solo puedo
ajustar las velas”.
Según el Dr. Joan
M. Amat: “ El
cuadro de mando integral (CMI) complementa indicadores de medición de
resultados de la actuación con indicadores financieros y no financieros de los
factores clave que influirán en los resultados del futuro, derivados de la
visión y estrategia de la organización. El cuadro de mando integral (CMI)
enfatiza la conversión de visión y estrategia de la empresa en objetivos e
indicadores estratégicos”.
Los observadores deben ser capaces de contemplar el
cuadro de mando y ver lo que se esconde detrás de él, la estrategia que subyace
en los objetivos e indicador del cuadro de mando. Éste tendrá éxito si describe
la visión de futuro de la organización, a toda la organización. Crea un
entendimiento compartido.
Con la voluntad de enmarcarnos dentro de los modelos de
referencia EFQM de Excelencia (criterios
específicos 1 y 2) y la norma ISO 9001:2008, en ACTIVA Mutua estamos trabajando el Plan estratégico 2013.2015;
concretando los diferentes objetivos
operativos, a la vez que buscando los elementos que define Hoshin dentro de la
estrategia: enfoque para la organización, una actividad enfocada a los
clientes, un despliegue de los objetivos de mejora cuántica, un aprovechamiento
de la sabiduría colectiva (catchball), el uso de herramientas y técnicas, y
finalmente evaluación continua del progreso.
Como herramienta clave para conseguir obtener, controlar
y medir estos objetivos operativos junto con los elementos descritos, hemos
estado desarrollando el proyecto de creación del Cuadro de Mando Integral de
nuestra Entidad. Utilizando como partner para obtener este hito la herramienta Oracle Business Intelligence.
Se trata de un proyecto que se ha realizado a través de
diferentes fases, de las que entre otras distintas este año pasado, se ha
finalizado el cuadro de prestaciones. El timón de nuestro barco de
prestaciones.
A medida
que crece, una empresa genera un sinfín de datos que albergan la clave del éxito, pero al estar repartidos en distintos
sistemas, se desaprovecha mucho potencial. Tras un anàlisis de la situación se
decidió implementar un sistema de “inteligencia
empresarial”, o Business Intelligence (BI), que albergara estos datos y proporcionara un
conjunto de herramientas para analizarlos y crear informes. Cosa que nos
permitirá hacer no sólo las cosas correctamente (eficiencia), sino que hacer
las cosas correctas (eficacia), conseguiendo un mayor valor para nuestro
clientes.
Con la
implantación de esta herramiento consideramos que tal como propone el Dr. Brull habremos cumplido con las
diferentes fases de su Sistema de
Gestión de la Estrategia: Formular el Plan estratégico, formular el plan
anual, comunicar la estrategia, implantar la estrategia, y ahora con ésta nueva
herramienta evaluar la estrategia nos permitirá mejorarla con sus mediciones. De esta manera, cerraremos el proceso de
dirección destinado a asegurar el éxito del negocio a partir de estructurar la
planificación y el control de la gestión, alrededor de las cuestiones críticas
del mismo.
Ferran Pellisé Guinjoan Mikel
García de Albeniz J.A Zabalza
Director de prestaciones Director
Sistema Información Director
Control Gestión
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