La necesidad de liquidez de las pequeñas empresas fomenta la contratación de autónomos

Las retenciones copan el 32% del salario bruto anual.

El hecho de que la empresa no tenga que abonar la parte de la seguridad social correspondiente al trabajador, que por regla general suele ser el 32 por ciento de su salario anual bruto, predispone en estos momentos a los pequeños negocios, tan necesitados de liquidez, a contratar autónomos. Una tendencia que parece que se va a ir acrecentando en los próximos años, a tenor de que la retenciones de la seguridad social no van a disminuir, sino más bien todo lo contrario, ante la insostenibilidad del sistema de pensiones. La elección entre lograr rentabilidad o apostar por formar trabajadores y lograr competitividad a largo plazo es el reto constante  con el que se encuentran las empresas.
El Economista, que publica una interesante entrevista a un autónomo societario, describe la variedad de costes a los que tiene que hacer frente el emprendedor, de ahí el éxito que de un tiempo a esta parte están teniendo los denominados falsos autónomos, aquellos que con un sólo cliente perciben el 75 por ciento de sus ingresos, unos 250.000 profesionales en toda España en estos momentos. Para el citado emprendedor, una de las medidas más efectivas es la de incentivar la contratación y no dificultar el despido ya que que aunque en la mayoría de las empresa interesa que los empleados continuen por hallarse embarcadas en proyectos a largo plazo, también es cierto que necesitan de flexibilidad en caso de que el colaborador no se ajuste a los requerimientos del proyecto. Tampoco se prescinde de la circunstancia de que el coste de un trabajador no únicamente se basa en la remuneración y en las retenciones, sino también en los gastos fijos y variables que se desprenden de su puesto de trabajo.