La enfermedad del Ébola es una enfermedad rara grave,
a menudo mortal, causada por el virus del Ébola. La forma de transmisión es mediante el contacto
directo con sangre u otros fluidos corporales (por ejemplo, saliva, orina,
secreciones, semen, excrementos, leche materna y órganos) de personas
infectadas, vivas o muertas.
También se puede contraer la enfermedad a través
del contacto directo con sangre u otros líquidos corporales de animales
salvajes, vivos o muertos, como monos, antílopes salvajes y murciélagos. El virus del Ébola no se
transmite por el aire, excepto en forma de aerosol.
Después de dos días y hasta veinte días después
de la exposición al virus, la enfermedad puede declararse repentinamente con
fiebre, dolores musculares, debilidad, dolor de cabeza y dolor de garganta. No existe ninguna vacuna ni ningún tratamiento
específico para la enfermedad.
Cómo evitar el riesgo
de infección por el virus del Ébola :
• El riesgo de infección por el virus del Ébola
es extremadamente bajo atendiendo a lo reducido que son los posibles orígenes
de infección.
• El contacto fortuito en lugares públicos con
personas que aparentemente no están enfermas no transmite la enfermedad. Los
afectados no transmiten el virus antes de mostrar síntomas.
• No puede contraer el virus del Ébola para
manipular dinero o alimentos, ni por bañarse en una piscina. Los mosquitos no
transmiten el virus del Ébola.
• El virus del Ébola no es muy estable y es
sensible a la desinfección. Se elimina fácilmente con jabón, lejía, luz solar o
con la sequedad. Con el lavado de la ropa a la lavadora con agua caliente y
lejía se destruye el virus.
• El virus del Ébola sobrevive durante poco
tiempo en superficies que están al sol o que se han secado. El riesgo para los manipuladores de equipaje o de
mercancías es muy limitado, puesto que sólo los pacientes con cuadros clínicos
graves podrían contaminar, y a estos enfermos en los países de origen se los
ingresa en los centros sanitarios. En todo caso, a través de los controles a la
salida no se permite el embarque a ninguna persona con sintomatología en ningún
medio de transporte internacional.
• El lavado frecuente de las manos y el uso de
guantes en determinados casos son medidas muy útiles para evitar la transmisión
a la mayor parte de las actividades realizadas por los profesionales en
contacto con viajeros o mercancías.
• El personal sanitario, dada las
características de su actividad, tienen que adoptar un mayor grado de
protección ante el contacto de cualquier paciente sospechoso de sufrir una
enfermedad infectocontagiosa. En su caso
tendrán que seguir el procedimiento de actuación ante casos sospechosos de
enfermedad por virus Ébola (EVE) en relación con el brote de África Occidental,
elaborado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en
coordinación con las comunidades autónomas.
• Aunque es posible, pero muy improbable, que
haya una transmisión limitada del virus en Europa a partir de un caso
importado, especialmente entre los contactos directos cercanos como miembros de
la familia o en los centros sanitarios, es muy poco probable que se extendiera
más allá, dados los altos estándares de los procedimientos de control de
infecciones en Europa.