viernes, 14 de febrero de 2014

Los jóvenes parados con estudios superiores aumentan un 30%

A España sólo la supera Irlanda en esta incidencia.
El paro entre los jóvenes con formación superior ha crecido un 30% desde el 2007, según publica el Banco Central Europeo en su boletín mensual. El organismo presidido por el italiano Mario Draghi alerta también de la cifra creciente de menores de 24 años que, a pesar de estar parados, no se contabilizan en los registros del paro. Se trata de aquellos jóvenes que, ante un mercado laboral debil y sin perspectivas de poder encontrar trabajo, continúan formándose o retornan a los estudios esperando mejores oportunidades. En España, la cifra de estos jóvenes ha crecido diez puntos desde 2007, sólo superada por Irlanda. La tasa de paro juvenil en Europa se ha incrementado un nueve por ciento durante los últimos seis años, coincidiendo con la crisis financiera, y se sitúa en el 24 por ciento en 2013. El BCE alerta de las disparidades entre los países de la zona euro.

Mientras que en Alemania se rebaja la cifra de jóvenes de entre 15 y 24 años sin trabajo, en países bajo la presión de los mercados, la tasa se dispara. España y Grecia encabezan el ranking del mayor paro juvenil en Europa, del 60% y 50%, respectivamente, según los datos del BCE. Unas cifras que el organismo comunitario califica de "dramáticas".

En su boletín, el organismo monetario recuerda que para los países periféricos el paro juvenil no es un fenómeno nuevo -ya se daba antes del estallido de la crisis-, pero ahora es especialmente preocupante. Para hacer frente a una "persistente y elevada" tasa de inactividad juvenil, el BCE emplaza a los diferentes estados a emprender "medidas estructurales".

La institución financiera explica que, mientras que en la mayoría de estados miembros hay una correlación entre la baja formación y el paro juvenil, en España tener estudios universitarios no es ninguna garantía. El porcentaje de jóvenes con educación superior sin trabajo también se ha incrementado un 30% desde el año 2007. Asimismo, el BCE vincula la bajada a nivel estatal con el número de trabajos del sector de la construcción con el alta cifra de paro juvenil.

Efecto de la energía en la inflación
El informe del BCE también analiza el descenso de la tasa de inflación en la Eurozona, que el pasado mes de enero fue más fuerte de lo que se esperaba -se situó en el 0,7%, después del 0,8% de diciembre-. El organismo monetario sostiene que esta desinflación se debe de a la evolución de los precios de la energía, que cayeron un 1,2% en enero y que se habían mantenido estables el diciembre.

Basándose en los "precios actuales y los futuros sobre la energía", el BCE prevé que las tasas de inflación interanual puedan mantenerse en cifras similares a las actuales durante los próximos meses. El mandato del BCE es mantener la inflación igual o por debajo del 2%, pero los niveles actuales preocupan a Draghi, que en noviembre bajó los tipos para mirar de controlarlos.

Previsiones
Los expertos consultados por el Banco Central Europeo rebajan, además, su pronóstico de inflación en Europa para 2014 y 2015. Prevén una tasa del aumento generalizado y sostenido de los precios del 1,1% para este año y del 1,4% el cercano, el que equivale a cuatro y dos décimas menos de su última estimación, hecha en noviembre.

Este grupo de analistas también ha hecho público su pronóstico de crecimiento para la eurozona: el PIB se incrementará un uno por ciento en 2014, y un 1,5% en 2015. A medio plazo, esperan que crezca un 1,7% al 2016 y un 1,8% el año siguiente.

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