No declarar los ingresos por pensiones en el extranjero ha traído consecuencias económicas para todos aquellos que no lo han hecho. Lo habitual ha sido el recálculo de las declaraciones de la renta de los afectados, el abono de los intereses de demora y por supuesto, la correspondiente sanción descrita en la Ley General Tributaria.
EL Ejecutivo ha desarrollado para la próxima Ley del IRPF un procedimiento que en la práctica es una amnistía tributaria para los ingresos no declarados por estas pensiones, que se se podrán regularizar de manera voluntaria y sin sanciones durante el año 2015. Para evitar perjuicios con los ya sancionados, la Agencia Tributaria devolverá los importes cobrados por estas sanciones.
La inmigración gallega es la más importante de España, y el mayor número de afectados por la regularización de pensiones recibidas del extranjero se encuentra en Galicía con una previsión de casi 250.000 contribuyentes afectados sobre un total de 800.000.
En abril de este año el Parlamento Gallego realizó una petición al Gobierno estatal para que eliminara las sanciones por no haber declarado estas pesiones. La normativa estatal señala que todas las pensiones de jubilación obtenidas por los años trabajados en el extranjero y que no tributan en el país de origen, obligatoriamente tienen que tributar en España.
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