
La cifra de espectadores ha caído vertiginosamente desde los 143 millones de 2004 hasta los 80 millones en 2013. A pesar de esto los ingresos del erario público han aumentado considerablemente en este mismo plazo gracias a la subida del IVA.
Las subvenciones estatales a la cinematografía también se han reducido desde 2010, pasando de 89 millones en ese año a 38 millones en el 2014. El cine ha pasado de ser un sector subvencionado a ser un sector que aumenta los ingresos de las cuentas del Estado.
Ni siquiera cuando las salas de proyección lograron el récord de recaudación en este siglo (año 2004) con 691 millones de euros, los ingresos se aproximaron a lo que recauda ahora Hacienda. En 2004 fueron 51 millones y ahora casi alcanzan los 90 millones anuales. Estos datos son extrapolables a otras áreas culturales como el teatro.
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